Te levantas un día.. pero no es un día como cualquier otro. Es el después.
Te ves al espejo y ves todo lo que has perdido en el durante. Los pendientes de la suerte - adios fortuna; el bolso que combina con todo - adios glamour; los zapatos mas cómodos - adios confort.
Y gracias a ello y además de ello, tienes comportamientos desconcertantes que incluso tus más allegados dudan si alguien habrá usurpado tu cuerpo... te miran fijamente a los ojos intentando encontrar en ellos el sentido, te hacen preguntas sondeantes, por si logras volver en ti y ... nada, na-da.
Y ahi estás tu, en un después, intentando volver al antes, y de camino a otro durante, pero esta vez no has vuelto a tiempo y haces cosas raras, que provocan angustia.